El sábado 5 de julio, LinkedIn fue el escenario de una conversación que logró tocar fondo en uno de los temas más urgentes y frecuentemente invisibles en la industria alimentaria: la brecha entre capacitar y educar.
Bajo el título “Capacitar y Educar: la brecha entre la teoría y la planta”, la Ing. Natalie Moya Avilés participó junto a la reconocida especialista Claudia Lago en un conversatorio que rompió con la visión tradicional de las formaciones en planta. El evento, que reunió a profesionales de distintos países, partió de una historia real: una planta con múltiples hallazgos tras una auditoría y un supervisor que declaró con sinceridad “Nos dijeron eso en la capacitación, pero no entendí por qué era tan importante”.
Esa frase se convirtió en el eje del encuentro. Porque ¿cuántas veces hemos confundido capacitar con informar, o formar con cumplir un requisito?
Durante una hora, se abordaron temas clave como:
El riesgo de desarrollar capacitaciones desconectadas de la operación.
La urgencia de crear criterio técnico, no solo repetir normas.
La necesidad de identificar barreras culturales, comunicacionales y metodológicas para que el aprendizaje tenga impacto real.
El rol del facilitador como agente de cambio, más allá de las diapositivas.
La conversación fue directa, técnica y profundamente reflexiva. Se cuestionó el uso indiscriminado de materiales genéricos, la falta de acompañamiento post-capacitación y la desconexión entre lo que se enseña y lo que se evalúa en planta.
La Ing. Natalie Moya enfatizó que la verdadera formación es aquella que transforma decisiones, no solo llena auditorías. Que educar con propósito implica contextualizar, escuchar, retar y construir conocimiento colectivo, con una visión compartida de lo que significa producir alimentos seguros.
Desde Agro & Food Integrity, celebramos espacios como este que promueven una nueva narrativa: una en la que la educación técnica se convierte en una herramienta de transformación organizacional, y no solo en un requisito más.




