La cadena de frío en la industria alimentaria no es un lujo, es una necesidad crítica. Por ello, durante tres miércoles consecutivos del mes de julio, Agro & Food Integrity tuvo el honor de capacitar al equipo de Lactolac en un curso intensivo que abordó no solo la teoría, sino la aplicación estratégica del frío como aliado en la inocuidad alimentaria.
El curso, dictado por la Ing. Natalie Moya Avilés, abarcó desde los fundamentos técnicos de la cadena de frío hasta su optimización con herramientas de última generación. Se enfatizó la importancia del diseño del layout de las cámaras, la ubicación estratégica de pallets, el control de la condensación, el uso y verificación de termómetros, y la limpieza visual, química y microbiológica como garantía de seguridad.
Uno de los puntos más destacados fue el enfoque práctico: cómo actuar ante fallas del registrador, cómo usar sensores con respaldo y cómo generar acciones efectivas frente a desviaciones térmicas. La capacitación también expuso tendencias de vanguardia como el uso de gemelos digitales, termografía con inteligencia artificial, autocorrección térmica y etiquetas inteligentes tipo TTI.
Pero más allá de la tecnología, el mensaje fue claro: una cadena de frío sólida empieza en la mente de cada operador. La verdadera inocuidad ocurre cuando las personas actúan al detectar una alerta. La capacitación no se trató solo de sistemas, sino de cultura.
Felicitamos al equipo de Lactolac por su activa participación, su compromiso con la excelencia y su firme apuesta por mantener la calidad de sus productos refrigerados, como yogur, queso crema y bebidas, desde la planta hasta la mesa del consumidor internacional.
Desde Agro & Food Integrity, seguimos reafirmando nuestra misión: transformar procesos en excelencia operativa para conquistar los mercados más exigentes.
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